DISEÑO

Artes finales y preparar archivos para imprenta

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Artes finales y preparar archivos para imprenta

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Artes finales y preparar archivos para imprenta

V1, V2, V3, V4… Así hasta la VF. Una vez tengas el OK, ¿cómo tienes que proceder?

1. Confirma las medidas del o de los archivos

Este paso puede parecer obvio a primera vista, ya que si hemos creado el archivo, se espera que tenga el tamaño correcto. Sin embargo, no tiene que haber errores en los cálculos. ¿Se modificó el formato en algún momento durante el proceso? ¿El documento tiene la unidad de medida adecuada? ¿Corresponde con las medidas que se tenían previstas? Estas interrogantes se vuelven aún más pertinentes si no fuiste tú quien creó el archivo y te encuentras en el rol de «artefinalista.

2. Preparar el archivo a sangre

Al preparar  el documento para su impresión, es importante considerar que se imprimirá en pliegos o rollos de papel que posteriormente serán cortados con una guillotina, lo que dará como resultado el tamaño final y permitirá una impresión perfecta. Para ello, siempre y cuando haya imágenes o bloques de color que lleguen hasta el borde, éstas deberán salirse «de más», es decir, se deberá dejar un margen extra de sangrado (de unos 3mm) para compensar posibles desajustes que pueda haber en el corte.

3. Modos y perfiles de color

Lo ideal es verificar previamente con la imprenta el perfil de color con el que trabajan, y luego crear el diseño en ese mismo perfil. En caso de que ya tengamos el diseño creado, sería nuestra responsabilidad hacer el cambio y realizar los ajustes necesarios si así lo consideran. Nos debemos asegurar también de que todos los elementos gráficos que componen el diseño estén en el modo de color CMYK (Cyan, Magenta, Yellow y Key Black) y no en RGB (Red, Green y Blue).

4. Tintas planas y Pantones

A veces, además de utilizar los colores CMYK, es necesario agregar una tinta plana con el Pantone específico de la marca. En este caso, es crucial asegurarse de haber indicado correctamente el nombre del Pantone en el programa de diseño para evitar que se convierta a CMYK y, así, se cree un canal separado para esta tinta. Un error común es seleccionar la paleta de colores utilizando la Pantone, lo que resulta en la creación de múltiples canales de color. Esto significa que el trabajo final estará compuesto por los 4 canales de CMYK además de estos colores adicionales. Esto conlleva un aumento significativo en el costo, ya que cada color adicional requiere una plancha de impresión en offset. En el caso de la impresión digital, la conversión de colores a CMYK es realizada por la máquina, quedando fuera de nuestro control.

5. Resolución y calidad de las imágenes

Además de asegurarnos de que estén en el formato de color correcto, es fundamental revisar que las imágenes tengan la resolución adecuada para el formato del que estamos hablando. Para hacerlo, verificaremos los PPP (Puntos Por Pulgada) que poseen. En el caso de impresiones en formato pequeño (flyers, tarjetas, etc.), donde se observarán de cerca, es necesario que tengan una resolución de al menos 300 ppp (puntos por pulgada). Cualquier resolución inferior puede resultar en imágenes pixeladas, desenfocadas o borrosas. En cambio, en caso de los formatos más grandes, al observarse desde lejos, es posible utilizar una resolución menor (con 100 ppp sería suficiente). Esto no solo reduce el peso del archivo, haciéndolo más manejable para usuarios y máquinas, sino que también conserva la calidad visual adecuada a la distancia de visualización.

6. Archivos enlazados, incrustados y empaquetados

Antes de generar el PDF para impresión, es fundamental verificar que no haya ningún enlace pendiente de actualizar o perdido. En caso contrario, la imagen que visualizaremos será una versión de baja resolución, lo que resultará en una impresión con bordes dentados. Además, el texto también deberá estar trazado, de manera que se convierta en un conjunto de formas. En ese caso, hay que tener en cuenta que, al trazar este texto, dejará de estar operativo para su edición, por lo que recomendamos guardar otra copia del documento sin trazar.

Si necesitas un servicio personalizado de diseño gráfico o tienes alguna idea en mente, ¡Contacta con Marmarru Studio! Te guiaremos en la realización de tu proyecto, dándole forma y llevándolo a cabo con la profesionalidad que se merece.

V1, V2, V3, V4… Así hasta la VF. Una vez tengas el OK, ¿cómo tienes que proceder?

1. Confirma las medidas del o de los archivos

Este paso puede parecer obvio a primera vista, ya que si hemos creado el archivo, se espera que tenga el tamaño correcto. Sin embargo, no tiene que haber errores en los cálculos. ¿Se modificó el formato en algún momento durante el proceso? ¿El documento tiene la unidad de medida adecuada? ¿Corresponde con las medidas que se tenían previstas? Estas interrogantes se vuelven aún más pertinentes si no fuiste tú quien creó el archivo y te encuentras en el rol de «artefinalista.

2. Preparar el archivo a sangre

Al preparar  el documento para su impresión, es importante considerar que se imprimirá en pliegos o rollos de papel que posteriormente serán cortados con una guillotina, lo que dará como resultado el tamaño final y permitirá una impresión perfecta. Para ello, siempre y cuando haya imágenes o bloques de color que lleguen hasta el borde, éstas deberán salirse «de más», es decir, se deberá dejar un margen extra de sangrado (de unos 3mm) para compensar posibles desajustes que pueda haber en el corte.

3. Modos y perfiles de color

Lo ideal es verificar previamente con la imprenta el perfil de color con el que trabajan, y luego crear el diseño en ese mismo perfil. En caso de que ya tengamos el diseño creado, sería nuestra responsabilidad hacer el cambio y realizar los ajustes necesarios si así lo consideran. Nos debemos asegurar también de que todos los elementos gráficos que componen el diseño estén en el modo de color CMYK (Cyan, Magenta, Yellow y Key Black) y no en RGB (Red, Green y Blue).

4. Tintas planas y Pantones

A veces, además de utilizar los colores CMYK, es necesario agregar una tinta plana con el Pantone específico de la marca. En este caso, es crucial asegurarse de haber indicado correctamente el nombre del Pantone en el programa de diseño para evitar que se convierta a CMYK y, así, se cree un canal separado para esta tinta. Un error común es seleccionar la paleta de colores utilizando la Pantone, lo que resulta en la creación de múltiples canales de color. Esto significa que el trabajo final estará compuesto por los 4 canales de CMYK además de estos colores adicionales. Esto conlleva un aumento significativo en el costo, ya que cada color adicional requiere una plancha de impresión en offset. En el caso de la impresión digital, la conversión de colores a CMYK es realizada por la máquina, quedando fuera de nuestro control.

5. Resolución y calidad de las imágenes

Además de asegurarnos de que estén en el formato de color correcto, es fundamental revisar que las imágenes tengan la resolución adecuada para el formato del que estamos hablando. Para hacerlo, verificaremos los PPP (Puntos Por Pulgada) que poseen. En el caso de impresiones en formato pequeño (flyers, tarjetas, etc.), donde se observarán de cerca, es necesario que tengan una resolución de al menos 300 ppp (puntos por pulgada). Cualquier resolución inferior puede resultar en imágenes pixeladas, desenfocadas o borrosas. En cambio, en caso de los formatos más grandes, al observarse desde lejos, es posible utilizar una resolución menor (con 100 ppp sería suficiente). Esto no solo reduce el peso del archivo, haciéndolo más manejable para usuarios y máquinas, sino que también conserva la calidad visual adecuada a la distancia de visualización.

6. Archivos enlazados, incrustados y empaquetados

Antes de generar el PDF para impresión, es fundamental verificar que no haya ningún enlace pendiente de actualizar o perdido. En caso contrario, la imagen que visualizaremos será una versión de baja resolución, lo que resultará en una impresión con bordes dentados. Además, el texto también deberá estar trazado, de manera que se convierta en un conjunto de formas. En ese caso, hay que tener en cuenta que, al trazar este texto, dejará de estar operativo para su edición, por lo que recomendamos guardar otra copia del documento sin trazar.

Si necesitas un servicio personalizado de diseño gráfico o tienes alguna idea en mente, ¡Contacta con Marmarru Studio! Te guiaremos en la realización de tu proyecto, dándole forma y llevándolo a cabo con la profesionalidad que se merece.

V1, V2, V3, V4… Así hasta la VF. Una vez tengas el OK, ¿cómo tienes que proceder?

1. Confirma las medidas del o de los archivos

Este paso puede parecer obvio a primera vista, ya que si hemos creado el archivo, se espera que tenga el tamaño correcto. Sin embargo, no tiene que haber errores en los cálculos. ¿Se modificó el formato en algún momento durante el proceso? ¿El documento tiene la unidad de medida adecuada? ¿Corresponde con las medidas que se tenían previstas? Estas interrogantes se vuelven aún más pertinentes si no fuiste tú quien creó el archivo y te encuentras en el rol de «artefinalista.

2. Preparar el archivo a sangre

Al preparar  el documento para su impresión, es importante considerar que se imprimirá en pliegos o rollos de papel que posteriormente serán cortados con una guillotina, lo que dará como resultado el tamaño final y permitirá una impresión perfecta. Para ello, siempre y cuando haya imágenes o bloques de color que lleguen hasta el borde, éstas deberán salirse «de más», es decir, se deberá dejar un margen extra de sangrado (de unos 3mm) para compensar posibles desajustes que pueda haber en el corte.

3. Modos y perfiles de color

Lo ideal es verificar previamente con la imprenta el perfil de color con el que trabajan, y luego crear el diseño en ese mismo perfil. En caso de que ya tengamos el diseño creado, sería nuestra responsabilidad hacer el cambio y realizar los ajustes necesarios si así lo consideran. Nos debemos asegurar también de que todos los elementos gráficos que componen el diseño estén en el modo de color CMYK (Cyan, Magenta, Yellow y Key Black) y no en RGB (Red, Green y Blue).

4. Tintas planas y Pantones

A veces, además de utilizar los colores CMYK, es necesario agregar una tinta plana con el Pantone específico de la marca. En este caso, es crucial asegurarse de haber indicado correctamente el nombre del Pantone en el programa de diseño para evitar que se convierta a CMYK y, así, se cree un canal separado para esta tinta. Un error común es seleccionar la paleta de colores utilizando la Pantone, lo que resulta en la creación de múltiples canales de color. Esto significa que el trabajo final estará compuesto por los 4 canales de CMYK además de estos colores adicionales. Esto conlleva un aumento significativo en el costo, ya que cada color adicional requiere una plancha de impresión en offset. En el caso de la impresión digital, la conversión de colores a CMYK es realizada por la máquina, quedando fuera de nuestro control.

5. Resolución y calidad de las imágenes

Además de asegurarnos de que estén en el formato de color correcto, es fundamental revisar que las imágenes tengan la resolución adecuada para el formato del que estamos hablando. Para hacerlo, verificaremos los PPP (Puntos Por Pulgada) que poseen. En el caso de impresiones en formato pequeño (flyers, tarjetas, etc.), donde se observarán de cerca, es necesario que tengan una resolución de al menos 300 ppp (puntos por pulgada). Cualquier resolución inferior puede resultar en imágenes pixeladas, desenfocadas o borrosas. En cambio, en caso de los formatos más grandes, al observarse desde lejos, es posible utilizar una resolución menor (con 100 ppp sería suficiente). Esto no solo reduce el peso del archivo, haciéndolo más manejable para usuarios y máquinas, sino que también conserva la calidad visual adecuada a la distancia de visualización.

6. Archivos enlazados, incrustados y empaquetados

Antes de generar el PDF para impresión, es fundamental verificar que no haya ningún enlace pendiente de actualizar o perdido. En caso contrario, la imagen que visualizaremos será una versión de baja resolución, lo que resultará en una impresión con bordes dentados. Además, el texto también deberá estar trazado, de manera que se convierta en un conjunto de formas. En ese caso, hay que tener en cuenta que, al trazar este texto, dejará de estar operativo para su edición, por lo que recomendamos guardar otra copia del documento sin trazar.

Si necesitas un servicio personalizado de diseño gráfico o tienes alguna idea en mente, ¡Contacta con Marmarru Studio! Te guiaremos en la realización de tu proyecto, dándole forma y llevándolo a cabo con la profesionalidad que se merece.